Hace poco más de un año, en un hecho que marcó la primera vez para el sur de California, un comprador utilizó aproximadamente 3,300 bitcoins para comprar una mansión de estilo Cape Cod en Manhattan Beach, por $3,25 millones.
Si hubiera esperado un año, ese mismo número de bitcoins podría haber comprado varias casas de playa, algunos condominios y una isla privada en el Caribe. Así ocurre con la naturaleza volátil de obtener criptomonedas en la industria de bienes raíces.
Bitcoin es una moneda digital de código abierto que, a través de su sistema de intercambio peer to peer (P2P), evita la necesidad de bancos. Su valor se ha multiplicado por diez en el último año, lo cual ha provocado que los inversores se apresuren a obtener ganancias en el tumultuoso caos.
Una transacción de bienes raíces con bitcoin es la confluencia de dos campos extremadamente propensos a las burbujas. Aunque la tecnología todavía se encuentra en las primeras etapas y pocas personas compran bienes con la moneda, el sector inmobiliario presenta un caso de uso convincente para bitcoin en el mundo real, aunque gastarlas para comprar una casa puede generar innumerables frustraciones imprevistas.
Ya ha surgido una lista de bienes raíces de lujo que buscan bitcoins, y los expertos predicen que la moneda digital podría convertirse en un medio viable para la adquisición de viviendas.
“Dentro del contexto de los bienes inmuebles, tiene sentido usar criptomonedas en esos tipos de transacciones”, estimó Neeraj Agrawal, director de comunicaciones del centro de estudios especializado Coin Center. “Es una forma de enviar grandes cantidades de dinero con bastante facilidad, a tarifas relativamente bajas y con poca interferencia de intermediarios”.
Dadas las ventajas de las criptomonedas en comparación con el dinero en efectivo, Agrawal consideró que, si el tema prospera, es probable que se utilicen para comprar bienes como casas o autos, en lugar de artículos baratos como pases de Metro o tazas de café. Marcas como Subway, Microsoft y Overstock.com ya aceptan bitcoin.
En San Diego, una compañía intermediaria de la venta de dos casas multimillonarias en esa acaudalada comunidad afirmó este mes que aceptaría el pago con bitcoin. Las casas están a la venta por $19.8 millones, el equivalente a aproximadamente 1,750 bitcoins. Los vendedores también aceptarían dinero en efectivo.
“Nos dimos cuenta de que hay tanta riqueza nueva en el espacio criptográfico”, comentó Andrew Canter, director ejecutivo de la firma de bienes raíces e inversión Canter Companies. “Hay muchos nuevos compradores y mucha gente que ha visto fluctuar su riqueza en el último año”.
De hecho, Canter vende su propia casa y la de su amigo Alan Ezier, y dijo que aceptar bitcoins para la compra era una forma diferente de comercializar las propiedades, poniéndolas al frente a un grupo de compradores potenciales aún sin explotar.
Si el comprador paga en bitcoins, los vendedores planean tomar medidas para controlar el riesgo potencial. Canter aseveró que probablemente usen un banco de inversión para redactar un contrato de futuros, que asegure durante varios meses el valor en bitcoins cuando se llegue a un acuerdo de venta. Estos contratos sirven para comprar o vender un activo en una fecha determinada, por un precio específico. “Es una preferencia personal, en última instancia”, aseguró Canter. “No creo que podamos hablar de un beneficio financiero aquí o allá. Obviamente, la probabilidad (el valor de bitcoin) puede tanto aumentar como bajar ahora mismo”.
No existe una ventaja fiscal real para vender una casa por bitcoins, explicó el contador Vincenzo Villamena, un experto en moneda digital, que reside en Nueva York. Si el vendedor luego revende sus bitcoins, es posible que tenga que pagar impuestos sobre ganancias de capital, lo cual recortará lo obtenido en la venta, detalló.
Villamena agregó que cualquier persona involucrada en la transacción que busque discreción estará en problemas, puesto que las ventas de propiedades están rigurosamente documentadas. “Si cree que (bitcoin) se irá a la luna, entonces venda una casa y la moneda valdrá 10 veces más en los próximos años”, expresó. “Si usted (como comprador) piensa que se desplomará a cero, entonces es posible que haya obtenido un activo gratuito”.
Una de las primeras casas unifamiliares adquiridas con bitcoins se registró en septiembre, en Austin. Cuando Kuper Sotheby’s International Realty facilitó la venta, bitcoin valía $3,429. La firma precisó que convirtió los bitcoins a dólares en 10 minutos para entregarle el monto al vendedor. En ese caso, el comprador se perdió un aumento sustancial de los precios de la criptomoneda, que ocurrió en los siguientes meses. Bitcoin alcanzó un máximo de $19,343 el 16 de diciembre, y desde entonces ha vuelto a $10,319 hasta el miércoles por la noche, informó Coindesk.
Escenarios similares se desarrollaron en Manhattan Beach el año pasado. En el momento de la compra, en enero de 2017, fueron necesarias 3,300 bitcoins para adquirir la casa, valuada en $3,225 millones. A su valor un año después, 3,300 bitcoins equivalen a alrededor de $34 millones, lo cual fue difícil de tragar tanto para el comprador como para el vendedor, que convirtió las criptomonedas inmediatamente a efectivo, según Mike Michalski de RE/MAX Estate Properties, quien compartió el listado de la propiedad junto con Sachi Fujita.
A fines de abril, cuando el precio de una bitcoin rondaba los $1,400, un comprador pagó aproximadamente 1,285 de ellas por una casa de 1960 construida en Manhattan Beach, valuada en $1.8 millones. Hoy, esa misma cantidad compraría una propiedad valorada en $13.3 millones.
Un desafío con el uso de bitcoins es que todavía es una moneda tan nueva que muchas empresas involucradas en una transacción típica de bienes raíces no están familiarizadas con la forma de procesar los acuerdos que involucran este tipo de pagos.
Justin Miller, un agente de bienes raíces cuya agencia, Beach City Brokers, representó a los compradores en ambos negocios de Manhattan Beach, no estaba seguro de por dónde empezar cuando intentó incorporar bitcoins a la venta. “Comencé a preguntar a diferentes compañías de títulos y fideicomisos, para ver cómo podía cerrar el trato, pero me ignoraban”, relató Miller. “Nadie quería lidiar con bitcoin. No lo entendían”.
Por lo general, estas compañías mantienen y regulan el pago entre el comprador y el vendedor, pero con la ambigüedad y la rápida fluctuación del bitcoin, algunos se niegan a involucrarse.
Josh Cincinnati, director ejecutivo de la Fundación Zcash, planeaba comprar una casa en Virginia con parte del efectivo que había acumulado con sus inversiones en bitcoins.
Su agente de préstamos en Chase, sin embargo, le dijo que el banco no consideraría el dinero en su cuenta bancaria como parte de la liquidez requerida para aprobar un préstamo convencional, porque no estaban seguros de sus orígenes.
“El funcionario de préstamos aseveró que la documentación proporcionada no era suficiente para demostrar que la cantidad depositada en mi cuenta había surgido de un trato legítimo”, comentó Cincinnati.
Para superar los dos meses de estados de cuenta bancarios que Chase requería para aprobar el préstamo, Cincinnati proporcionó un historial completo de sus transacciones de criptomonedas durante los últimos dos años, sin resultados.
Temiendo que las demoras amenazaran la venta de la casa, buscó un préstamo de Fulton Mortgage. Recibió la aprobación completa allí, pero no antes de verse obligado a renegociar una extensión de la aprobación de su hipoteca en su contrato de compraventa con el vendedor.
Ese no es el único desafío que la nueva forma de pago representa para la industria. ¿Cómo se proporciona un comprobante de fondos, cuando los fondos no existen físicamente?
“La prueba de fondos para una venta con bitcoins requiere literalmente que el comprador tome un teléfono inteligente, abra una aplicación de blockchain que muestre el valor total de sus bitcoins y se lo muestre al vendedor”, expuso Michalski. “Tanto el comprador como el vendedor querían concretar el negocio, pero todo esto es nuevo”, consideró Michalski. “Simplemente no hay mucha comprensión o documentación”.
Mientras los compradores están ansiosos por sacar provecho de los precios históricamente altos, y los vendedores ofrecen casas como una forma de obtener un trozo del pastel, las ofertas ocurren más allá de los obstáculos.
Bloody Bay, una porción de 13 acres frente a la playa, en el Caribe, actualmente está en el mercado por 400 bitcoins; no se aceptan ofertas en efectivo.
Además, están apareciendo sitios web que permiten a cualquier persona listar una propiedad para su adquisición con bitcoins.
El propietario Alex Bartilotti puso su casa en Portugal en venta por $1.2 millones, pero no encontró interés después de dos semanas. Actualizó la lista, y agregó que también aceptaría 100 bitcoins; de inmediato recibió seis consultas sobre la vivienda.
Si bitcoin logrará integrarse aún más en la industria de bienes raíces, ello dependerá en gran medida de los mercados. Mientras tanto, Miller tiene una ventaja. Su agencia manejó tres transacciones de bienes raíces con bitcoins el año pasado, y tienen tres listados con opción de pago en bitcoins, que llegaron al mercado en febrero.
Aludiendo a las nuevas tiendas de comestibles de Amazon ‘sin cajeros’, afirmó: “La gente se está volviendo más inteligente en la forma en que pagan por las cosas. Finalmente, si hay una manera más fácil y más eficiente, y si bitcoin es capaz de eliminar los cables y las tarifas bancarias, tendrá futuro”.
Fuente | Los angeles times en español.
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